CAPITULO UNO

Historia de donde viene el apellido Calviño.

(Para leer el contenido mas grande hacer click sobre la imagen).

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Historia del Apellido Calviño, representada por Manuel Calviño García y Manuela Gontan Iglesias y sus hijos. 

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Esta fotografía en Galicia, con mis abuelos maternos y sus 7 hijos, tres yernos, y cuatro nietos, en 1959.

Los hijos de mis abuelos, las que estaban casadas salen con sus respectivos esposos e hijos y  dos varones que estaban solteros, para ese momento los niños de la familia eran, de izquierda a derecha; Elvira, Maruja, mi hermano José y mi persona Dolores. Esta foto, se la enviaron a mi papá a Brasil y el realizó un montaje y se añadió a él mismo y a mi tío Antonio Calviño en la parte de atrás arriba.

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Mis abuelos Manuel y Manuela, con dos hijos, un yerno, y dos nietos, el más grande es mi hermano José de 7 años, en  Galicia 1961.

Esta foto nos la enviaron a nosotros a Venezuela. Allí mi hermano tiene 8 años. De izquierda a derecha: Mi tío Manuel, y Elvira Calviño Gontan y José María Lodeiro; su esposo, mi abuelo Manuel Calviño Garcia, mi abuela Manuela Gontan  Iglesias, mi primo José María Lodeiro hijo y mi hermanito José Señaris Calviño.

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Árbol genealógico de la familia Calviño Gontan.

Los papás de mi abuelo materno, Antonio Calviño Muiño y Manuela García Suarez. Los de mi abuela, Andres Gontan y Carmen Iglesias. Bisabuelos Paternos y maternos. (No poseo fotografías de ellos).

Mis abuelos maternos, Manuel Calviño García y Manuela Gontan Iglesias.

Mis tíos y tías arriba. Abajo mis padres; Jesús Señaris Lens y Carmen Calviño Gontan.

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Mi primo José Manuel Lamas Calviño autor del árbol Genealógico.

Este trabajo fotográfico lo realizó mi primo José Manuel Parafita Lamas. El cual vive actualmente en España, La Coruña. El realizó un árbol genealógico, me lo obsequió enviándolo por correo. 

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Iglesias, la izquierda la de Erviñou el pueblo donde yo nací, y a la derecha la de Arabexo donde nació mama en Galicia.

Iglesias, a la izquierda la de Erviñou y a la derecha la de Arabexo, en la cual, en su respectivo panteón familiar, están enterrados mis abuelos y mi papá.

Nací el 21 de febrero de 1950 en Galicia-España a 20 Kilómetros de Santiago de Compostela, Provincia de la Coruña, Val do Dubra, en un pueblito llamado Erviñou. Mis padres son Carmen Calviño Gontan y Jesús Señaris Lens. Mi madre era la segunda hija de mis abuelos, Manuel Calviño García y Manuela Gontan Iglesias, ella nació en el año 1928, en un pueblo llamado Arabexo. Cuando la guerra civil española, mamá tenía 13 años y sufrió mucho con los sucesos de dicha guerra, entre los años 1936 y 1945.

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Mis padres Jesús Señaris Lens y Carmen Calviño Gontan.

Mis padres Jesús Señaris Lens y Carmen Calviño Gontan.

Mi mamá se sentaba conmigo y me contaba sus vivencias, era una mujer bellísima, elegante, de cabello castaño claro, delgada y era la hija consentida de mi abuelo, ella era signo Virgo. Relata mamá que mi abuelo, Manuel Calviño García, un hombre carismático, elegante, preparado para esa época, era un político activista de Izquierda y luchó contra el Franquismo en la guerra civil española, liderando su partido y ayudando a las personas perseguidas, ocultándolas en su propia casa. Fue capturado y torturado. Mamá me cuenta que se los llevaban presos a todos y luego los soltaban, menos a mi abuelo.  A mi abuelo le castigaron con las peores torturas, una de ellas era que  lo colgaban de una cuerda con el cuello estirado, para que no se pudiera mover y le aplicaron la conocida “gota de agua” continua en la cabeza. Esto si se lo dejan mucho tiempo es inaguantable, porque va perdiendo la capacidad del pensamiento, el frío se apodera de él y va perdiendo la circulación. Si gritaba le tapaban la boca con trapos para no escucharlo. Mi abuelo duró con esta tortura 30 días, hasta que perdió el conocimiento. Otra tortura que le aplicaron fue amarrarlo a un poste con la boca tapada, descalzo y con la punta del fusil le trituraban los dedos de los pies. Además le aplicaron otras torturas horribles que no se pueden describir.

Cuando fue liberado, siguió luchando por la libertad de España, por eso el apellido Calviño es un legado, reconocido en toda España. Mi abuelo también era dueño de unas minas de minerales y carbón, además, tenía mucha gente a su cargo. Siempre lo recuerdo con su traje impecable, viajando a la Coruña y a Santiago de Compostela, compartiendo con abogados y líderes del partido socialista. Además, mi abuelo, hijo de campesinos, heredó buenas tierras en Arabexo y heredó la casa de sus padres, la cual era reconocida por todos como “La casa grande” o “Do campo do río”.

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Mi abuelo materno Manuel Calviño Garcia.

Mi abuelo Manuel Calviño García.

Queridos lectores y emigrantes del mundo, como yo emigre a Venezuela en 1960, tengo el honor de compartirles la fotografía de uno de los políticos quien lideraba un partido político y luchó en la guerra civil española contra el Franquismo, y por ayudar a la gente fue apresado y torturado cruelmente, fue liberado y siguió luchando por España hasta que fue liberada, y al poco tiempo en 1975 falleció, este caballero se llamaba Manuel Calviño García , y es mi querido y recordado abuelo, 

Este guapo galán, era mi querido abuelo por parte materna, Manuel Calviño García, para mí fue el hombre más importante en mi niñez, ya que hizo de papá y de abuelo, jamás olvidare cuando se despidió de mí en el puerto de Vigo el 10 de abril de 1960, yo tenía 10 años, me abrazo y las lágrimas le corrían por las mejillas despidiendo a su nieta mayor y a su hija querida, nos subimos al barco y se alejó, y él se quedó allí agitando su pañuelo blanco hasta su imagen se fue poniendo chiquita y desaparecer por la lejanía, cómo íbamos a saber que la vida nos hizo una mala pasada y 4 años más tarde falleció mamá en Caracas , me espero 10 años hasta que yo puse regresar a verlo, y falleció, 2 meses antes de yo llegara visitarlo a España, lo llevó en el recuerdo y en el corazón. Te amo abuelo por siempre tu nieta mayor. Dolores Señaris Calviño.

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Mis abuelos maternos, Manuela Gontan Iglesias y Manuel Calviño García.

Mis abuelos maternos, Manuela Gontan Iglesias y Manuel Calviño García.

Las cédulas o los carnets de identificación de mis abuelos. Enviados por mi primo José Manuel Parafita Lamas. 

Mi abuela materna Manuela Gontan era una mujer trabajadora y tranquila. Ellos tuvieron 7 hijos, la mayor mi tía María, después mi mamá Carmen, luego mis tíos Antonio, Evangelina, Elvira, Herminda y por último Manuel Calviño hijo. Mis tías para esa época, eran unas niñas de su casa, muy educadas, todas sabían coser, en especial mi tía Herminda, que me hacía unos vestidos bellísimos con nido de abeja. Cuando mamá tenía 19 años, era la consentida de mi abuelo, esto se daba a que ella hacia todo lo que mi abuelo le decía, ellos eran muy compatibles, de hecho como mamá siempre estuvo sola con sus dos hijos, el que la acompañaba a ella y a nosotros era mi abuelo; por eso fue tan importante para mí en mi infancia.

María, Carmen, Antonio, Evangelina, Elvira, Herminda y Manuel Calviño Gontan.

En 1948, en una fiesta patronal del pueblo, mi mamá conoció a papá, Jesús Señaris, era un hombre bajito, pero tenía unos hermosos ojos azules que heredamos mi hermano y yo. Papá le llevaba un año a mamá y en ese momento papá tenía 20 años. Él era del pueblo de Erviñou,  hijo único de Pedro Señaris y Dolores Lens,  una familia acaudalada, dueña de muchas tierras y en esos tiempos, eso era lo que la gente tomaba en cuenta. Mis abuelos paternos tuvieron muchos años sin poder tener hijos y decidieron adoptar una niña llamada Encarnación, ya que tuvieron varios abortos. Yo la conocí a ella, ya grande, pero no compartimos.

A los 40 años mi abuela pudo tener a mi papá por lo tanto era un buen partido. Papá se enamoró de mamá al verla la primera vez, pero ella me contó que al principio no le gustaba mucho, pues ya ella tenía otro novio, el cual era pobre, pero papá era amigo cercano de mi abuelo, a quien conquistó y fue mi abuelo quien convenció a mamá diciéndole que en España estaba muy mal la situación y que muchos jóvenes emigraban América, buscando progresar. Por lo tanto, no había muchos partidos buenos y que por esa razón debía casarse con él. Mamá como niña buena aceptó y mi papá que era un geminiano auténtico y consecuente logró su objetivo, casarse con la hija de Manuel Calviño. Se casaron a finales del año 48, yo no tengo datos de esa boda, no poseo fotos y mamá no me habló de ella, por lo tanto, no debió haber sido un buen recuerdo.  Así que, aquella joven querida y consentida, llega al pueblo del Erviñou a una casa con dos hombres extraños los cuales eran mi papá y mi abuelo, además de una suegra con cáncer terminal en los huesos, postrada en una cama. Mamá se convierte en la enfermera de mi abuela paterna llamada, como yo, Dolores Lens. Mi nombre es en su honor.

Aquella era una casa triste, mi abuelo paterno Pedro era un hombre desconsolado, pues mi abuela moriría pronto. Papá era un joven con mucho dolor y lleno de problemas emocionales, mamá se convirtió en aquella joven que debía llevar la casa de campo, con todo lo que eso conlleva. Trabajar el campo, atender la casa, a dos hombres y ser enfermera de mi abuela.  Además, tenía muchos problemas con papá y cuando discutían él perdía el control y la golpeaba. Ella se fue deprimiendo y cuando más triste estaba se dio cuenta que estaba embarazada, esa era yo, aquello  la llenó de alegría y felicidad, pues ahora tendría algo suyo y por lo que luchar. Cuando se lo comunicó a papá, a él no le importó mucho, no la entendió y la siguió tratando de la misma forma. Mi mamá me contó que cuando tenía 7 meses de embarazada, fueron al monte a recoger toxos, para rellenar la cuadra de las vacas y terminaron en una discusión, él de nuevo perdió el control y la empezó a golpear, mamá se agachó y lo que hizo fue taparse la barriga con los brazos, para que no le hiciera daño al bebé.

¡Pobre mamá! Ésto la llevó mi abuelo. A veces los padres se equivocan al meterse en la vida de los hijos y escoger por ellos. Mi abuelo se sentía muy mal, pero ya estaba hecho y ya no había vuelta atrás. Mamá cuenta que mi abuela paterna estaba feliz esperando mi nacimiento y le pedía, que si era una niña, le pusiera su nombre: “Dolores”, pero mi abuela paterna falleció un mes antes de yo nacer, ella siempre le decía a mamá que era como un ángel, pues la cuidó hasta el final de sus días.

Al morir mi abuela paterna, aquella casa se puso más triste, mi abuelo permanecía mudo. Papá era muy inmaduro y peleaba mucho con mamá, ella callada solo esperaba que yo naciera. Mi abuelo Pedro tenía muchos conflictos con sus hermanos por las tierras que tenían las cuales serían la herencia de papá. Yo nunca compartí con los Señaris, por lo tanto, lo que se de ellos es porque mamá me lo contó. Mi abuelo en una oportunidad fue a visitar a sus hermanos y ellos lo querían obligar a que les traspasaran las tierras a su nombre, mi abuelo les dijo que no, así que lo encerraron en el sótano de la casa para obligarlo a firmar. Él tomó la determinación  en el encierro de quitarse la vida, envenenándose con veneno para ratas. Como pasaron varios días y mi abuelo no regresaba a casa, papá lo fue a buscar y lo encontró muerto, por esta razón nunca compartimos con los Señaris. Yo recuerdo que su casa quedaba lejos de la de nosotros a las afueras del pueblo.

Después que mis abuelos paternos murieron, mi papá se volvió menos comunicativo y solo tenía tiempo para trabajar en el campo. Mamá ya tenía 9 meses de embarazo y me cuenta que el 21 de febrero a las 8:30 de la mañana, estaba sola en la parte de debajo de la casa y comenzó a sentir los dolores de parto, ella aguantó todo lo que pudo, pues en esa época se paría en la casa con la asistencia de una comadrona que venía ayudar, pero no le dio tiempo de avisarle, ella dice que todo fue tan rápido que de pronto rompió fuentes y yo estaba naciendo en el piso de la cocina. Mamá se arrastró hasta la puerta y vio a lo lejos a una de sus tías que estaba trabajando en el campo, mi madre le gritó pidiéndole ayuda, esta corrió y al llegar yo estaba naciendo. Ella recibió a esta niña de ojos azules, preciosa y todo salió bien. Cuenta mamá que cuando papá llego, me vio abrió mucho los ojos y la sonrisa le volvió a la cara. A partir de ese momento, mi padre, vivía cargándome, convirtiéndome en lo más importante de su vida y me llamaba ‘Mi niña bella’.

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Mi papa Jesús Señaris Lens, mi tío Antonio Calviño Gontan en Galicia en 1953.

Mi papá Jesús Señaris Lens y mi tío Antonio Calviño Gontan, cuando emigraron a Brasil en 1953. 

Acababa de terminar la guerra civil en España, por lo que la misma estaba devastada, los campesinos no poseían medios para trabajar la tierra, los jóvenes no tenían oportunidades, por lo cual emigraban a otros países buscando nuevos horizontes. En estos momentos mis padres se entendían mejor, yo les traje la alegría, pero la situación era muy difícil y en ese momento mamá quedó embarazada nuevamente y Dios los premió dándoles un hermoso varón, el 10 de febrero de 1953, nace mi único hermano. Un bellísimo niño de ojos azules, ésto los llenó aún más de felicidad, pero mis primos Calviño Santos de Erviñou, hijos de un hermano de mi abuelo y mi tío Antonio, hermano de mamá, conjuntamente con mi papá, deciden emigrar a América, en busca del progreso, en esos momentos el país al que emigraban era Brasil, así que, este grupo de jóvenes se marcharon, dejando a sus familias solas.

El grupo de jóvenes mis primos y el de la derecha con bigote es mi papa Jesus Señaris Lens 1953
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Dolores Señaris Calviño y José Señaris Calviño año 1953. 

Dolores Señaris Calviño de 3 años y José Señaris Calviño de 6 meses, año 1953. 

Papá era el único casado y con dos hijos, se fue y dejó a mamá de 24 años, sola, con un niño de 6 meses y una niña de 3 años en una casa de campo, en un pueblo llamado Erviñou y a poca distancia de Arabexo donde vivía mis abuelos y mis tías pero en esos tiempo se caminaba por el monte y por caminos de tierra, en esa época el invierno, era tan largo que duraba 6 meses y era muy difícil trasladarse de un lado a otro. Así que aquella joven hermosa, con dos niños pequeños, tenía que trabajar en el campo, mantener los animales, para obtener los alimentos necesarios para sobrevivir. Allí no se compraba nada, todo se tenía que producir en ese momento, vivir y trabajar en el campo era muy difícil; pues no existían los adelantos y la tecnología de hoy, ni siquiera teníamos luz eléctrica, ni agua en la casa, teníamos que cargar con tobos para nosotros y para mantener a los animales. Para los niños no era fácil, pues debían trabajar desde los 5 años, aunque no lo crean, era así.
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Mi mama Carmen Calviño Gontan, y su mamá Manuela Gontan Iglesias, mi persona Dolores y mi hermanito José en Galicia en 1953.

Mi mamá Carmen, mi abuela Manuela, mi hermanito José y mi persona Dolores. 

Mamá me contaba que fue muy duro y triste, siempre estuvo sola, pero de vez cuando mis tíos y mis abuelos la ayudaban cuando el invierno lo permitía, pues llovía seguido y la nieve trancaba todos los caminos y no existía forma de comunicación. Por lo menos teníamos casa propia, esta casa papá la construyó a las afueras del pueblo, lo que nos alejaba demasiado de nuestros vecinos y estos no podían ayudarnos. La casa estaba a medio construir, en la parte de abajo dividida en dos, en un lado la cocina y en el otro lado la cuadra de las vacas, separadas por un pasillo con entrada de ambos lados, con piso de tierra. En la cocina de un lado tenía un espacio de cemento cuadrado, que se llamaba Lareira, donde se cocinaba con leña y había alrededor dos bancos de madera largos, donde nos acurrucábamos mi hermano y yo alrededor del fuego de leña, para combatir el frío.  Allí en ese espacio era donde se cocinaba en calderos de hierro. Nosotros nos quedábamos en ese lugar, mientras mamá mantenía a todos los animales, que por el invierno no se podían sacar a pastorear y había que alimentarlos dos veces al día y la última era a las 10 de la noche, antes de ir a dormir, porque si no les daba hambre, empezaban mugir y no nos dejaban dormir; ya que la cuadra quedaba debajo de donde nosotros dormíamos.

Prototipo de los bancos que menciono, donde dormíamos mi hermano y yo. Estas fotos, fueron tomadas en casa de mi abuelo, en la Lareira, en el primer viaje que hicimos a España, en 1975. En la foto mi hijo Isidro José Montoto Señaris, de 5 años, mi hermano José Señaris Calviño, de 21 años  y mis dos primos José Antonio Calviño Varela y José Lamas Calviño.

La planta alta y las escaleras eran de madera, se encontraba todo en un mismo ambiente, solo había una cama matrimonial, pegada la pared y una individual, pero nosotros dormíamos los tres juntos, mamá, mi hermano y yo, mientras nos abrazábamos uno de cada lado de mamá, ya que el frío era tan inclemente que aunque nos arropáramos, no era suficiente, continuábamos con el frío.

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La típica Lareira en la Galicia rural.

La Lareira. 

¿Cuánto debe haber sufrido mamá?  ¿Cuánto trabajo pasó? Por eso hoy en día, yo cierro los ojos  y recuerdo su imagen y a pesar de haber transcurrido tanto tiempo desde que partió al cielo, su imagen permanece intacta en mi mente y corazón. La tengo presente en cada momento de mi vida. Hoy en día, mediante investigaciones científicas se afirma que somos los hijos, antes de venir a este mundo los que escogemos a nuestros padres. Yo estoy segura, que yo escogí a mi madre, mi padre debe haber sido escogido para procrearnos y traernos a este mundo, no compartí con él por muchos años, así que no fue importante para mí; lo conocí a los 10 años. En los cuatro años que compartimos, nunca nos entendimos, ni lo llegué a querer, no supo ganarse como hija. Lo respeto como padre, pero nunca le perdonaré su trato hacia mi adorada madre.

A mamá, siempre la amaré y la admiraré. La amo más allá de la de eternidad, le doy gracias por su dedicación, por su amor y tengo que reconocer que mi vida se parece mucho a la de ella, aunque en otros tiempos y en otro país. Yo también luché sola con mis dos hijos. A veces las historias se repiten. La energía de mamá, siempre está conmigo en los momentos difíciles, aparece en mi mente su imagen y pareciera que se fue hoy, a pesar de que en este momento han pasado 48 años de su partida.

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Vídeo del Himno de Galicia.

Vídeo Himno de Galicia. 

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Dolores Señaris Calviño, autora del blog( Sola en América) y del blog (Te amo Venezuela mi país) y de la  página, (F.Publividas) y presidenta de la Fundación, ( F.Vidas La Milagrosa en Facebook  

Dolores Señaris Calviño con 63 años en Caracas.

Escribir, este capítulo para mí ha sido revivir de nuevo, todas esas emociones tan dolorosas para mi padre, mi hermano, y para mi perder a la madre de esta forma nos deja marcados para toda la vida, en mi caso el recuerdo de ella hizo que yo luchara en la vida, para ser la mejor en todo, mi hermano logro una buena estabilidad económica y una familia hermosa, Dios nos bendigo a él en un país en Europa Francia, y a mí en el país con nombre de mujer Venezuela, Gracias a todas las personas que de distintos Países me están siguiendo, un gran abrazo . Dolores Señaris Calviño.

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