Mi persona Dolores Señaris Calviño, cantando con los Mariachis en La Tasca el Abuelo en Caracas.
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Capítulo del mes de septiembre del 2016. La autora del blog, Dolores Señaris Calviño, le rinde homenaje a Juan Gabriel por su partida en el año 2016. Recordandolo con un evento realizado con el Juan Gabriel venezolano Ricardo De Castro en Caracas, año 1996.
El cantante mexicano radicado en Venezuela Victor Guerrero, mi persona Dolores Señaris Calviño, y el mejor imitador venezolano de Juan Gabriel, el Sr. Ricardo De Castro.
La autora del blog Dolores
Señaris Calviño le rinde homenaje a Juan Gabriel por su partida en el año 2016,
recordándolo con un evento realizado con
el ‘Juan Gabriel venezolano’ Ricardo De Castro en 1996. Esta reseña, junto a
sus fotografías, la encontrará más abajo al final de la historia de 1996.
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Continuamos con nuestra historia.
En el capítulo 73 terminamos nuestra historia en diciembre de 1995 con el inmenso desfile realizado por mi tienda el 28 de noviembre y luego con el 31 de diciembre. Quiere decir que seguimos nuestra historia en enero de 1996.
En Enero de 1996 comenzaba un
nuevo año y yo estaba bien preocupada por la deuda que tenía con Armando por el
préstamo que me había hecho para el desfile.
Del cual, tenía dos giros de 300 mil Bs. cada uno, más los intereses
acumulados de dos meses que eran Bs. 240 mil, o sea que la deuda ahora era de Bs.
840 mil. Eso para mí era mucho dinero y con las ventas de diciembre y todos los
compromisos, solo había podido reunir 300 mil Bs. para abonarle a Armando, así
que me armé de valor y el 15 de enero lo llamé por teléfono para decirle que
pasaría por su oficina para arreglar mi cuenta. Así fue y cuando llegué,
Armando me estaba esperando muy sonriente, en cambio yo estaba nerviosa y le
dije Armando “Yo sé que no te he podido cancelar el préstamo pero las cosas no
me salieron como yo quería. Solo te traje Bs. 300 mil y necesito que me esperes
hasta el mes de mayo, que es el mes de la madre y se vende bien, además tengo 4
meses para reunirlo” – “Por mí no hay problema, pero todos los meses suman los
intereses” y le dije “¿Qué puedo hacer? Los pagaré”, él se rió y me dijo “Bueno,
hay muchas formas de pagarlo. Tú sabes la que yo quiero”, lo miré furiosa y le
dije “¿Qué es lo que estás diciendo? Espero y no sea lo que estoy pensando,
pues tu sabes muy bien que yo soy una mujer honorable y que me respeto a mí misma”,
él volvió a reír y dijo “Yo solo propongo y tu dispones”, me paré y muy seria
le dije “Gracias Armando, buenas tardes”. Salí de aquella oficina furiosa. ¡Hay
que ver que algunos hombres se creen que pueden comprar todo, hasta la
honorabilidad de una mujer! Mi orgullo siempre fue grande y me valoraba mucho
como mujer y como madre. Me fajaría para reunir ese dinero lo más rápido
posible. Ese enero fue bien flojo, las ventas no alcanzaban para todos los
compromisos.
El 5 de febrero cumplió 25 años
mi hijo Isidro José. Le compré una torta y la picamos entre los tres, pues no
podíamos tener muchos gastos.
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Mi amigo Isidro José Montoto Señaris, con 25 años de edad.
Isidro José Montoto Señaris.
El 14 de febrero se celebraba el
día de San Valentín. Eso hizo que vendiéramos más o menos y reuní Bs. 120 mil,
así que llamé a Armando para ir a abonarlos. Cuando llegué Armando no me
atendió, lo delegó en su asistente y yo le dije “Bueno, yo debo Bs. 300 mil más
4 meses de intereses a Bs. 120 mil mensual. Así que suman un total de Bs. 780
mil, menos Bs. 120 mil, te debo Bs. 660 mil. Por favor, dame un recibo que te
estoy pagando los intereses del mes de noviembre pasado del 95” y el asistente
así lo hizo. Luego le dije “Solo me quedan tres meses de intereses sin pagar”.
Al salir y llegar a mi carro pensé en el lío que me había metido, pues los
intereses mensuales eran casi lo que vendía la tienda en un mes. Esperaría
hasta mayo, y si no podía con eso, le entregaría el carro que llevaba pagándolo
15 meses.
El 21 de febrero, día de mi
cumpleaños número 46. Creo que era la primera vez que yo no celebraba mi
cumpleaños porque no podía hacer ningún gasto.
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Mi persona Dolores Señaris Calviño, cumpliendo 46 años el 21 de febrero.
Dolores Señaris Calviño con 46 años de edad.
En los dos meses siguientes no
pude reunir nada porque tuve que cancelar las facturas pendientes para poder
pedir mercancía para mayo, el mes de la madre, en el cual esperaba vender mucho
mejor.
Uno de esos días me llamó Armando
y me dijo que quería invitarme a cenar y le dije “Armando, no quiero ser
descortés pero yo te dije la última vez que yo no quería salir más contigo. Tú
sabes muy bien que yo soy una mujer libre e independiente, por lo tanto no
quiero salir con hombres casados sino con un hombre que me ofrezca respeto, que
me represente y que sea libre como yo. Tú te debes a tu esposa e hijos” – “Bueno,
pero eso no impide salir a cenar contigo, podríamos hablar de negocios” – “Armando,
yo no tengo negocios contigo, tu empresa trata de una agencia que vende
vehículos. Me vendió un carro a giros mensuales a mí y luego me hizo un préstamo
con giros pagando intereses. Así que lo que debo hacer es cancelar lo que debo
y para eso no necesito cenar contigo”, él respondió “Tú eres demasiado orgullosa
y no te das cuenta que tu sola no puedes. Ya verás, te estaré esperando aquí en
mi oficina para ver como resuelves” – “Gracias Armando. Quedamos en que el 15
de mayo pasaré a pagarte. Saludos” y
colgué el teléfono llena de indignación aunque yo tenía mucha culpa por a verle
seguido el juego y ahora era difícil que el entendiera, pues parecía que estaba
acostumbrado a que todas las mujeres cayeran rendidas ante él y como yo no lo hice,
aumentó el interés por mí.
Al llegar el día de las madres, el
8 de mayo, (en Venezuela siempre se celebra el segundo domingo de mayo y ese
cayó día 8) las chicas que trabajaban en la tienda y varias clientas fijas reunieron
y me regalaron un hermoso ramo de flores, el cual ese día adornó nuestra tienda
y sirvió para que las amigas que me visitaran se tomasen fotografías junto a mí
al lado del hermoso ramo.
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Mi persona Dolores Señaris Calviño,en mi tienda el día de las madres, 8 de mayo de 1996.
Dolores Señaris Calviño junto a su amiga Sabin y Candelaria, una de sus colaboradoras en la tienda.
Mi amiga Sabin con su hija y mi persona Dolores Señaris Calviño.
Mi amiga y clienta Rosa junto a mí.
Durante esa semana, antes del día
de las madres, se había vendido muy bien. Ese sábado trabajamos corrido y
vendimos bastante. En esos dos meses solo pude reunir Bs. 200 mil y eso era muy
poco para la deuda que tenía, pues todos los meses se sumaban Bs. 120 mil, no
podía salir de esa deuda, así que decidí que con todo mi dolor le devolvería el
carro a Armando, pues tenía 16 meses pagos y solo faltaban 8 meses para
terminar de pagarlo. Saqué la cuenta del valor en que me habían vendido el
carro y de lo que había pagado, los Bs. 200 mil que tenía cancelarían mi deuda
y perdería mi carro, pero bueno, unas se ganan y otras se pierden. Ya vería
cuando podría comprar otro, me tocaba volver a estar sin carro.
Así que el 15 de mayo llamé a
Armando para ir a su oficina para arreglar la cuenta. Llegué como a las 10 de
la mañana y él me esperaba de nuevo en su oficina muy sonriente. Yo estaba muy
nerviosa, pues de nuevo con los intereses le debía Bs. 780 mil. Le dije “Armando,
se me ha hecho muy difícil reunir todo el dinero, por eso decidí devolverte el
carro más Bs. 200 mil. Esto cancela la cuenta”, me miró y me preguntó “¿Estas
segura de querer entregar el carro?” y le dije “Sí”. Él sacó un rato las
cuentas y me dijo “Bueno, aun devolviendo el carro y el dinero, me quedarías
debiendo todavía Bs. 300 mil”, luego mirándolo le pregunté “¿Cómo es eso? ¿Por
cuánto me estas recibiendo el carro?” – “Por la mitad de lo que te lo vendí”.
Entonces dije “Pero ¿Cómo es posible eso? Si el carro ahora vale más” – “Si, es
verdad, pero yo te lo recibo así”, me dio tanta ira que los ojos se me llenaron
de lágrimas, era tanta la impotencia que le dije “¿Estás seguro que así es la
cuenta?” y él dijo riéndose “Claro. Yo te lo dije que tu sola no podías. Si tu
quisieras yo te podría ayudar, pero como eres tan orgullosa y no quieres nada
conmigo, esa es la cuenta”. Tuve que respirar profundo, le entregué las llaves
del carro, me hizo un finiquito, me entregó los giros que faltaban por pagar
del carro y el giro que le debía del préstamo y todavía quedaban en deuda Bs. 300
mil, entonces le dije “Como no quiero venir más a tu oficina, ni verte la cara
de traidor por estafarme de esta forma, puedo dejarte tres cheques con fecha
adelantada para el 15 y el 30 de junio y el otro para el 15 de julio para
cubrírtelos y tú los cobras en esa fecha” – “De acuerdo”. Le hice los cheques,
el me entregó todos los papeles, me paré y sin mirarlo le dije “Muchas gracias
don Armando” y salí a la calle. Las lágrimas me quemaban las mejillas. Volteé hacia
la agencia y vi mi carro, sentí un dolor muy grande, había llegado con él y
ahora regresaba en taxi.
Cuando llegué a la tienda, me
metí en mi oficina y lloré de la rabia que tenía ¿Por qué me metí en ese lío?
Ahora tenía una deuda que era bien difícil para poder pagarla de las ventas, ya
que tenía muchos gastos y pocas ventas, además de que el primero de junio
empezaban las vacaciones escolares y en esa zona todas las familias se iban de
vacaciones y las ventas bajaban a la mitad. Tenía mes y medio para reunir Bs. 300
mil ¡Dios mío! tendría que hacer algo adicional. Me puse a pensar que podía hacer
y de pronto se me iluminó la mente.
El 6 de junio era el cumpleaños
de mi casi hermano Victor Guerrero y como él trabajaba en la Tasca el Abuelo en
La Trinidad y tenía muchos amigos, más los clientes de la Tasca, inventé hacer
una fiesta mexicana cobrando las entradas con la actuación del propio Victor y la
de mi amiga Isabel Rodríguez; en dúo cantaban muy bonito. Pero debía poner otra
atracción para que la gente se animara más. Planeé invitar a un mariachi que conocía,
era muy bueno. A la vez alquilaría dos trajes de dama de mariachi y uno de
charro negro, uno para Isabel, uno para mí y el otro para Victor,
respectivamente. Esto para hacer la fiesta bien llamativa. Además alquilé un
traje de mexicana para mi empleada Ligia y uno para mí para recibir a los
clientes en la puerta. Todo esto tenía un costo de Bs. 20 mil en los mariachis
y Bs. 10 mil en los trajes. Además, pensé que tenía que poner seguridad en la
puerta para que la gente no se colara, por lo tanto contrataría a dos jóvenes
que trabajaban en esto de seguridad en los eventos, los cuales cobraban Bs. 5
mil cada uno, dando un total de Bs. 10 mil.
Teniendo todo esto, aún sentía
que me faltaba algo que me ayudara a vender mejor las entradas. Pensé en
Ricardo De Castro, el mejor imitador del gran Juan Gabriel. Él estaba de moda
en esos momentos, y yo ya había hecho el desfile donde el cantó para cerrarlo.
A la gente le gustaba mucho como cantaba él.
Entonces, para poder armar el
evento, me fui a la Tasca a hablar con el dueño para organizar dicho evento, donde
era local por el consumo de los asistentes. Así a mí no me costaba nada y para
él era excelente porque se le llenaría la Tasca y el consumo sería alto. El
dueño aceptó el intercambio. Luego hablé con Victor del evento, más no nombré
su cumpleaños; le mandaría a hacer una torta y sería una sorpresa para él. Pero
al vender las entradas, a cada uno de sus amigos se les pedirían Bs. 10 para la
torta, la cual mandaría a hacer en la pastelería para 100 personas, que eran
los que calculaba que asistieran al evento.
Victor aceptó y nos pusimos de
acuerdo sobre cuánto cobraría por su actuación (lo cual fueron Bs. 20 mil).
Cuando tuve todo cuadrado llamé a Ricardo De Castro y lo contraté para que
cantara en la Tasca por una hora. Ya tenía el mariachi que acompañaría a Ricardo
y después a Victor e Isabel. Ricardo aceptó y cobró Bs. 100 mil por una hora. En
ese tiempo estos eran los precios y era dinero. Debía mandar a hacer las
entradas y conseguir afiches y sombreros mexicanos para decorar la tasca que debía
tener un ambiente mexicano.
Tenía que pedir permiso en la
Alcaldía de Baruta y llevar las entradas para que me las sellaran, por esto
cobraban un pequeño porcentaje. Mandé a hacer 100 entradas. Saqué los costos
del evento, y sumó Bs. 200 mil. Las 100 entradas debían cubrir los gastos y una
ganancia de Bs. 150 mil, por este motivo las vendería en 3500 cada una. Las cuales en esa tasca
eran costosas. Cuando me entregaron las entradas las que costarona un costo de Bs. 8 mil, fui a
la Alcaldía para que me las sellaran y me cobraron Bs. 30.
Luego, todo estaba listo. La
fiesta estaba pautada para el día viernes 6 de junio a las 8 p.m. en La Tasca el
Abuelo.
Era 25 de mayo, tenía tan solo 10
días para vender las entradas. Por lo tanto, todos los días después de cerrar
la tienda a las 7 p.m. bajaba para la tasca a vender las entradas, quedándome
hasta las 10 p.m.
Fui vendiéndolas poco a poco. Llamé
a todas las amistades de Victor y a mis amigas, también contraté a un amigo
mío, Carlos, para que tomara las fotografías. Preparé una cartelera que se
colocó delante de la entrada de la tasca publicitando el evento.
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Mi persona Dolores Señaris Calviño, delante de la cartelera donde se realizaria el evento.
Mi persona Dolores Señaris Calviño, delante de la cartelera donde se realizaria el evento.
La cartelera con las fotografías de Ricardo De Castro y de Victor anunciando el evento.
Unos día antes, me acerqué a la
embajada de México a las oficinas de atención al público, les expliqué el
evento que llevaría a cabo; una fiesta mexicana, y ellos me regalaron muchos
afiches bellísimos alusivos a México.
El día llegó. Esa misma tarde del
viernes, decoré toda la tasca mexicana con los afiches y los sombreros que me
alquilaron los mariachis y llevé todos los trajes. En la tasca me dieron un
cuarto para que pudiéramos cambiarnos. Mandé a buscar la torta a la pastelería,
la cual era grandísima y de color blanco… bellísima; le coloqué las 42 velas de
los años que cumplía Victor.
Ligia y yo nos vestimos faldas y
blusas mexicanas. Desde las 6 de la tarde estuvimos en la puerta, pues yo había
vendido solo 80 entradas y todavía me faltaban 20 por vender.
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Ricardo De Castro en su entrada triunfal a la tasca.
Ricardo De Castro.
Todos los asistentes se pararon,
todos cantaron con él las canciones de Juan Gabriel. Ricardo saludaba a todos a
la vez de cantar, pues él es simpatiquísimo. Ricardo vestía de traje formal, muy elegante,
se veía guapísimo y fue acompañado de su esposa que era su manager y una amiga
de su esposa. Su esposa era muy linda. Ricardo cantó 45 minutos sin parar, el
público estaba muy emocionado y todos de pie. Cuando Ricardo dejó de cantar, trajeron
la torta de Victor que fue una sorpresa para él. Le prendimos todas las velas y
Ricardo le cantó ‘Ay qué noche tan preciosa’ y terminó con el ‘feliz cumpleaños
tradicional’.
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Victor Guerrero, mi persona
Dolores, y Ricardo De Castro acompañados del mariachi.
Picamos la torta, Ricardo y su
esposa compartieron un rato con nosotros. Nos tomamos algunas fotografías y
luego se fueron, pues él tenía que cantar en otro lugar. Luego, le cancelé a su
manager.
Al despedir a Ricardo, entré,
saludé al público y les canté acompañada del mariachi ‘Cielito lindo’, esta
canción la había ensayado en varias oportunidades con Victor para poderla
cantar y animar la fiesta, de hecho, todos me acompañaron cantando.
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Mi persona Dolores Señaris Calviño, acompañada
del mariachi cantando.
Dolores Señaris Calviño.
Cuando terminé mi canción anuncié
a Victor Guerrero. Todos lo aplaudieron, pues todos éramos amigos de él, ya que
él cantaba diariamente en esa tasca y era muy querido.
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Mi amigo Victor Guerrero en su
presentación.
Victor Guerrero en su presentación.
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Victor y mi persona Dolores cantando una canción juntos.
Victor Guerrero junto a Dolores Señaris Calviño cantando acompañados de los mariachis.
Evento. Fiesta mexicana organizada
por Dolores Señaris Calviño en La Tasca el Abuelo en La Trinidad, Caracas y
como artista invitado ‘el Juan Gabriel venezolano’ Ricardo De Castro y Victor
Gerrero, cantante mexicano residenciado en Caracas. 1996.
Ligia Villalba, mi colaboradora
de la tienda y mi persona vestida con trajes típicos mexicanos para darle
colorido al evento. Allí, nuestra cartelera anunciando el evento a realizarse
en La Tasca el Abuelo en La Trinidad, Caracas. 1996.
Dolores Señaris Calviño. Allí
nuestra cartelera anunciando el evento a realizarse en La Tasca el Abuelo en La
Trinidad, Caracas. 1996.
Ligia, el Portero que recibía a
los invitados y yo.
Dolores Señaris Calviño en la
puerta de la tasca con uno de los dueños; los Otero.
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Ricardo De Castro, en su
presentación en La Tasca el Abuelo.
Ricardo de Castro en plena presentación.
Ricardo De Castro en plena presentación acompañado de los Mariachis.
Todos los presentes deleitados escuchando a Ricardo.
Ricardo De Castro en plena presentación acompañado de los mariachis.
Todos los presentes deleitados escuchando a Ricardo.
Ricardo De Castro en plena presentación acompañado de los Mariachis.
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Dolores Señaris Calviño, autora de este blog cantando 'Cielito Lindo' acompañada del mariachi.
Después recibir a Ricardo De Castro, vestía con falda y blusa mexicana, me cambié el traje por uno de charro de dama con una falda larga, color beige. Hice la presentación personal de Ricardo De Castro y luego canté con el Mariachi una canción conocida por todos 'Cielito Lindo'. Cuando terminó y recibió los aplausos de los presentes, anunció la presentación de Victor Guerrero que vestía un charro color negro.
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Victor en su presentación y en su cumpleaños.
Victor y Dolores interpretando a dúo una de las canciones mas conocidas en México: 'Yo sigo siendo el rey'.
Victor y Dolores con los Mariachis.
Victor cantando acompañado de mi colaboradora Ligia Villalba.
Los mariachis acompañando a mi amiga Isabel Rodríguez y a Victor.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------6 de junio de 1996; cumpleaños de mi amigo Victor Guerrero.
La sorpresa para Victor fue que todos sus amigos le mandamos a hacer una torta de cumpleaños sorpresa y le colocamos todas las velitas. Allí Ricardo De Castro y mi persona Dolores cantándole cumpleaños con los Mariachis.
Ricardo De Castro, los Mariachis y mi persona Dolores cantándole a Victor 'ay que noche tan preciosa'.
Ricardo De Castro, los Mariachis y mi persona cantándole a Victor 'ay que noche tan preciosa'.
Victor muy emocionado apagando sus velas acompañado por los presentes.
Vista de lo animado del evento.
Ricardo De Castro, mi persona Dolores Señaris Calviño e Isabel Rodríguez.
Ricardo De Castro junto a su esposa y a mi persona Dolores Señaris Calviño.
Ricardo De Castro con su esposa, una amiga y mi persona Dolores Señaris Calviño.
Ricardo De Castro y mi persona Dolores Señaris Calviño.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Dolores Señaris Calviño, Victor Guerrero, e Isabel Rodríguez.
Dolores e Isabel se cambiaron el traje de charro después de su presentación para disfrutar mas cómodas del evento.
Dolores Señaris, Victor Guerrero, Isabel Rodríguez.
Mi persona Dolores Junto a Victor Guerrero.
Con uno de los dueños de la Tasca Paco, Victor Guerrero y mi persona Dolores Señaris Calviño.
Con uno de los dueños de la Tasca Paco, Victor Guerrero y mi persona Dolores Señaris Calviño.
Uno de los dueños de la Tasca con un grupo de asistentes al evento y mi persona.
Esta fiesta duró hasta la una de
la madrugada. Todo el público estuvo muy animado y el consumo fue muy bueno
para la tasca pero a mí me faltaron por vender 15 entradas. Isabel y yo nos
fuimos a esa hora. Yo porque tenía que llevar todos esos trajes para mi casa, pues
los tenía que entregar al otro día, además de que estaba agotada. Al llegar a
mi casa, antes de acostarme, hice las cuentas y después de pagar todo no me
quedaron los 150 mil que había planeado pero por lo menos tenía 100 mil que era
el primer cheque del 15 de junio que debía cubrirle a Armando. Por lo menos
logré eso, pues de la tienda no hubiera podido reunirlo. Les comparto las
fotografías de este hermoso evento en 1996. Seguiremos con nuestra historia en
el próximo capítulo el 75.
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Mi persona Dolores Señaris Calviño de 46 años.
Mi persona Dolores Señaris Calviño de 46 años.
Dolores Señaris Calviño.
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Ricardo De Castro en uno de los desfiles organizados por mi tienda de La Boyera. en Caracas Año 1995.
Ricardo cantando en la pasarela en el desfile organizado por Dolores Señaris Calviño en su tienda de La Boyera en 1995.
Fotografía de su actuación en el desfile de mi tienda, año 1995.
Imagen de Ricardo De Castro utilizada para la promoción del evento.
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Alejandro de Humboldt.
Alejandro de Humboldt.
El 14 de septiembre de 1769 nace
en Berlín, Alemania, el sabio Alejandro de Humboldt, naturista, geólogo,
mineralista, astrónomo, explorador, sismólogo, vulcanista y demógrafo. Humboldt visitó América entre
1799 y 1804, año en que llegó a Francia y redactó su libro Viaje a las
Regiones Equinocciales del Nuevo Continente, en el cual narra gran parte de su
permanencia en Venezuela. A saber: Alejandro de Humboldt, el célebre explorador
alemán, llamado en su época por sus profundos conocimientos en todos los ramos
del humano "el Aristóteles moderno", inició sus trabajos científicos
en Venezuela, en Cumaná y la Península de Araya.
Ascendió luego a las montañas de Cocollar, descendió a San Antonio para seguir hasta Caripe y explorar la famosa Cueva del Guácharo. Vuelto a Cumaná por la vía de Cariaco, siguió de aquí a La Guaira, mientras su compañero Bonpland hacía el camino por tierra desde Higuerote hasta Caracas, donde se le reunió cuatro días más tarde.
En Caracas, Humboldt fue cordialmente acogido: los Ustáriz, los Tores, Avila, Soblette, los Montillas, Sanz y demás personajes notables lo festejaron en sus residencias y casas de campo. Y el futuro general Ibarra le recibió, así como a Bonpland, en su hacienda Bello Monte.
Asciende luego a la Silla de Caracas acompañado de Don Andrés Bello, para penetrar después en los Valles de Aragua, explorar el Lago de Tacarigua y, bordeando la orilla meridional del Lago, salir por Villa de Cura a Calabozo, siguiendo a San Fernando de Apure. Bajando el río, penetra en el Orinoco y remontando éste llega hasta San Fernando de Atabapo.
Durante un mes explora el Alto Orinoco, el Atabapo, el Guainía y el Casiquiare, regresando luego por el mismo Orinoco a la antigua Angostura. De aquí pasa a los llanos orientales de Barcelona para penetrar de nuevo en Cumaná, Golfo de Cariaco y Península de Araya, y completar así el vasto caudal de sus observaciones científicas.
El 24 de noviembre de 1800 se embarca en Cumaná rumbo a la isla de Cuba, después de haber permanecido un año y cuatro meses en territorio de Venezuela. De Cuba pasa Humboldt a Colombia, Ecuador, Perú, México y los Estados Unidos del Norte, para retornar a Europa por el puerto de Burdeos el 3 de agosto de 1804. Humboldt, durante el mes de Agosto llega a París y le presentan a Bolívar en los salones de Fanny du Villars. En París, le dispensó cordial acogida por su parentesco con las más distinguidas familias caraqueñas.
Ascendió luego a las montañas de Cocollar, descendió a San Antonio para seguir hasta Caripe y explorar la famosa Cueva del Guácharo. Vuelto a Cumaná por la vía de Cariaco, siguió de aquí a La Guaira, mientras su compañero Bonpland hacía el camino por tierra desde Higuerote hasta Caracas, donde se le reunió cuatro días más tarde.
En Caracas, Humboldt fue cordialmente acogido: los Ustáriz, los Tores, Avila, Soblette, los Montillas, Sanz y demás personajes notables lo festejaron en sus residencias y casas de campo. Y el futuro general Ibarra le recibió, así como a Bonpland, en su hacienda Bello Monte.
Asciende luego a la Silla de Caracas acompañado de Don Andrés Bello, para penetrar después en los Valles de Aragua, explorar el Lago de Tacarigua y, bordeando la orilla meridional del Lago, salir por Villa de Cura a Calabozo, siguiendo a San Fernando de Apure. Bajando el río, penetra en el Orinoco y remontando éste llega hasta San Fernando de Atabapo.
Durante un mes explora el Alto Orinoco, el Atabapo, el Guainía y el Casiquiare, regresando luego por el mismo Orinoco a la antigua Angostura. De aquí pasa a los llanos orientales de Barcelona para penetrar de nuevo en Cumaná, Golfo de Cariaco y Península de Araya, y completar así el vasto caudal de sus observaciones científicas.
El 24 de noviembre de 1800 se embarca en Cumaná rumbo a la isla de Cuba, después de haber permanecido un año y cuatro meses en territorio de Venezuela. De Cuba pasa Humboldt a Colombia, Ecuador, Perú, México y los Estados Unidos del Norte, para retornar a Europa por el puerto de Burdeos el 3 de agosto de 1804. Humboldt, durante el mes de Agosto llega a París y le presentan a Bolívar en los salones de Fanny du Villars. En París, le dispensó cordial acogida por su parentesco con las más distinguidas familias caraqueñas.
Muere este sabio e ilustre viajero
en su ciudad natal el 6 de mayo de 1859.-
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Fundación Vidas La Milagrosa les
comparte este artículo sobre lo hermoso de convertirse en madre.
Mi hijo Isidro José Montoto
Señaris, con La Virgen La Milagrosa imagen de nuestra Fundación en homenaje a
él mismo.
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Deberían haberme advertido de lo
que se sentiría al tener hijos.
Cuando estaba embarazada todo el mundo me iba avisando de lo que se me venía encima. Me pasé la mayor parte de esos 10 meses (reconozcámoslo, el embarazo no sólo son nueve meses) aterrada. Me soltaban esas advertencias en cualquier momento y lugar: en la cola del supermercado, en la calle, al probarme unos zapatos y al salir de clase de yoga. Todo eran avisos de lo que estaba por venir, desde el espantoso dolor del parto hasta la sombra de mi antiguo yo en que me convertiría tras el nacimiento. Hubo momentos en los que me sentí como una presa en el corredor de la muerte, intentando obligarme a disfrutar de pequeños caprichos a pesar de mi talla y mi incomodidad porque, al parecer, esas alegrías se me acabarían pronto.
Disfruta ahora de tu marido. Con el bebé estarás tan agotada que no podréis pasar tiempo juntos";
"Apuesta por un bonito bañador para el próximo verano, porque tu cuerpo no
volverá a ser el mismo". PEOR aún fue lo que me dijo una doctora cuando le
conté mis preocupaciones por el físico... "Tranquila, después de este
embarazo adelgazarás, pero olvídate con el segundo. Estarás tan cansada que ni
te importará".
Y ya sabéis mi favorita: "¡Duerme
ahora que puedes!", o sus primas hermanas "Disfruta ahora de la
tranquilidad", "Aprovecha para hacerte la manicura; puede que no te
arregles las uñas en muuuucho tiempo" y "Nunca tendrás tiempo para
ducharte", una de las clásicas. Pero, con todas estas temibles
advertencias que me hicieron sentir que se acercaba el fin del mundo, se les
olvidó advertirme lo que realmente iba a ocurrir.
Deberían haberme advertido que
después de las horas de parto, la mitad de las cuales pasé con epidural, lo que
facilitó mucho las cosas, la primera vez que vi su cara se me salió el corazón
del pecho. Me deberían haber avisado de que se puede llorar de felicidad y, de
hecho, es algo incontrolable cuando eres madre y sostienes a esa belleza en tus
brazos. Así que te aconsejo que tengas pañuelos a mano y reservas de eyeliner
resistente al agua.
Deberían haberme advertido que
querría a mi marido tanto por ser el padre de mi trocito de perfección que me
olvidaría de cómo le quería antes. Que tendríamos discusiones, principalmente
regañinas, pero que también descubriríamos formas tontas de pasar el tiempo
juntos, como dar un paseo en coche por la ciudad escuchando su respiración en
el asiento de atrás. Que nos saldrían nombres ridículos para llamarla y nos
partiríamos de risa. Que mi marido por fin aprendería a tener siempre vino en
casa y que sería lo más romántico. Que le escucharía decir: "Yo soy Papá.
Pa-pá. Vas a decir Papá primero". Y que mi corazón, de nuevo, se
derretiría como lava y se me saldría del pecho.
Me deberían haber advertido que
comer un buen plato de comida sana produciría la leche suficiente para nutrir a
mi hija. Que ni siquiera querría hacer dieta al principio. Que al oír al médico
que con dos semanas había ganado suficiente peso -del alimento que mi cuerpo le
proporcionaba- me sentiría más orgullosa que nunca. Que el único peso con el
que me obsesionaría ahora sería el suyo, y que lo único importante sería su
salud. Que podría volver a ponerme mis antiguos vaqueros en seis semanas, pero
que estaría mucho más cómoda con leggings, así que no me preocuparía. Que mi
marido me diría con frecuencia y con convicción lo sexy que me ve.
Deberían haberme avisado que a
pesar del agotamiento, despertarme con ternura para ocuparme de sus necesidades
sería lo más gratificante que he hecho nunca. Que cuando sólo estábamos las dos
despiertas a las 4 de la mañana, gozaría de la tranquilidad del mundo entero,
con el gato a los pies y la niña en el regazo. Y lloraría porque los días se
escapan. Deberían haberme advertido que ver cómo empezaba a quedarle pequeña la
ropa me rompería el corazón. Que algunos días la miraría simplemente durante
horas y no me preocuparía por las fechas y los eventos. Que sus llantos y
chillidos me molestarían, pero me harían entrar en acción. Y que cuando la
calmara, me sentiría como una estrella de rock. Que dormiría. Quizá no todas
las noches y quizá no muchas horas de seguido. Pero que mi mayor preocupación
por el sueño sería cuando se me quedaba dormida en el pecho y temía que fuera
la última vez. Que saborear su pequeñez se convertiría en un trabajo a tiempo
completo y en el mejor que he tenido nunca.
Deberían haberme contado que
podría hacerme la pedicura, pero que me sentaría en el salón de estética y
escribiría mensajes de forma compulsiva a su padre para decirle lo que les
echaba de menos. Que cogería una revista antigua y se me caería la lágrima.
¡Demasiada relajación después del parto!
Deberían haberme advertido que
convertirme en madre lo cambiaría todo, pero que nunca querría volver para
visitar a mi antiguo yo, ni un solo segundo. Deberían haberme avisado de que mi
vida estaba a punto de adquirir una riqueza, una belleza y una plenitud tan grandes
que al mirar atrás pensaría: "Pobre de mí. Ahí todavía no la
conocía".
Hermoso y real reportaje de todos
los sentimientos que se despiertan al traer un bebe al mundo, son maravillosos,
pero hay que prepararse para ser madre, ya que a partir de ese momento tenemos
una responsabilidad de por vida, de formar un ser humano con amor, bienestar, educación,
salud y sobre todo independiente, libre y con criterio. Si logramos todo eso,
es nuestra misión más grande cumplida.
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Dolores Señaris Calviño, autora de los blog.
Dolores Señaris Calviño con 68 años en Caracas.
Nota: Las fotografías de nuestra
historia son originales de la autora del blog de sus eventos personales y familiares y amigos en el transcurso de su
vida narrada en este blog, todas las distintas reseñas y las fotografías son
producto de un seguimiento diario en diferentes redes sociales, y esto es amanera de resaltar lo exitosos que
son los Venezolanos triunfando en el mundo, lo coloco a manera de información y
para que quede plasmado en el blog como información para las generaciones
futuras, le recuerdo a los lectores que este blog es una herencia que les
dejare a mis nietos para que conozcan sus raíces y quien era su abuela y a la
vez verán los acontecimientos que sucedieron al momento en Venezuela y el
mundo.
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Nota: Para saber más de todo lo
que realizamos en Internet, aquí tienen los links de cada una de las páginas,
solo haz clic en cada una de ellas y aparecerá la información. Se reservan los
derechos
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